La historia plasmada en este libro se convirtió en la faceta más hermosa de mi existencia; un momento especial en el cual Dios Padre derramó su gracia. El Señor Jesús cambió mi corazón y El Espíritu Santo me consoló y guió cada instante. Esta sanidad que experimenté en tiempos del Covid-19 confirma que no existe enfermedad que Dios no pueda sanar ni pecado que Dios no pueda perdonar.
Te inviste a que te unas y experimentes lo apasionante y maravilloso que es la relación con nuestro Creador a través de las páginas de este libro. Déjame compartirte cómo Dios me sorprendió y cuidó como el dulce Padre que ama a todos sus hijos por igual. El tiempo que estamos viviendo por esta pandemia no es ajeno a su poder, es el momento y la oportunidad que Él está dando a toda su creación para que lo conozcan.
¡No estás solo, ánimo!