¿Quién no ha sentido que está en lo correcto en resentirse por una injusticia que otra persona le ocasionó?
La amargura es el pecado más fácil de justificar y el más difícil de diagnosticar, porque parece razonable disculparlo ante los hombres y ante Dios mismo. A la vez, es uno de los pecados más comunes, peligrosos y perjudiciales. Se contagia de una persona a otra casi sin notarse, y puede llegar a destruir relaciones y comunidades enteras.
En este libro, el doctor Jaime Mirón nos invita a auto-examinarnos para identificar los síntomas y las consecuencias de la amargura en nuestra vida. Luego tratar con ella según la prescripción bíblica, en la gracia que únicamente Dios puede ofrecernos.