¡Relacionarnos con el Espíritu Santo es una experiencia emocionante! Él no busca perfección sino un corazón sincero y humilde que le crea y le dé la bienvenida.
Si finalizas este libro con hambre y sed de Dios, el objetivo de escribirlo para motivarte a buscar más de Su presencia se habrá cumplido.
Si estás leyendo este libro es porque deseas con todo tu corazón recibir la unción, retenerla y hacerla crecer en tu vida.
Querido amigo:
¡El Espíritu Santo anhela relacionarse contigo, darte su unción y bendecirte!