Este libro es un llamado del autor a la juventud a tomar una actitud radical en todos los aspectos de su vida.
Es necesario y saludable manejar bien las pasiones que producen excitaciones. Por ejemplo, el joven con una fe radical no debe jugar al amor para conseguir relaciones sexuales. A las señoritas les aconseja que no propicien el ambiente y eviten cualquier cosa que provoque tentaciones. La señorita con un actitud radical aprende a no valerse de las pasiones sexuales para conseguir que la amen.
En los días que nos ha tocado vivir, Cartas a un joven tentado es un llamado oportuno. Hoy más que nunca es necesario que la juventud cristiana se proponga honrar el nombre del Señor a toda costa. La tentación no debe ser el obstáculo.